miércoles, 9 de octubre de 2013

Padrenuestro desde la crisis

Padre nuestro, de todos nosotros, hombres y mujeres.
Sabemos que sufres viendo desde el cielo,
que, aquí, en nuestra tierra, el rico
ejerce su impero sobre el pobre.

Oye nuestras voces, oye nuestro ruego.
Tú estás caminando de nuevo,
con la gente que, por el desierto,
caminan buscando que se haga tu Reino.

Sé tú nuestra fuerza y nuestro aliento.
Que no desfallezca nuestro empeño,
el tuyo y el nuestro, de hacer un mundo nuevo,
donde lo importante no sea ya el dinero,
con sabor a sangre de gente del pueblo,
sino el ser humano de su dignidad pleno.

Nos están robando ese pan tan nuestro,
diciendo que debemos lo que no debemos.
Son nuestros hijos, tus hijos pequeños,
los que sin comida, sin casa, sin médicos
crecen como arboles carentes de riego,
en tierra agrietada con troncos resecos.

Nosotros queremos perdonar
lo que ellos nos deben;
que ellos perdonen lo que, según dicen,
nosotros debemos.

Líbranos, Señor, de este mal que es soga
que aprieta y que asfixia a todo tu pueblo
Que todos te santifiquemos siendo solidarios.
Este es nuestro anhelo y también el tuyo.
Amén, Padre nuestro.
 

José Antonio Pagola

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